
Este domingo 9 de marzo a las en la Puerta del Castillo de la Atalaya, comenzará una gran batalla verde, sin parangón. En la Tomatina en Buñol se lanzan tomates, en Els Farinats de Ibi, harina, … y en Villena, en la Lechuguina, lechugas. En estas tierras, nunca la guerra fue tan «gastronómicamente» divertida 😅.
Todo pueblo llano de Villena dirimirá sus disputas a base de lechugazos, aunque podrá participar todo el público que lo desee. Esta actividad está dentro del programa de las fiestas del Medievo.
La Lechuguina no es una actividad espontánea, sino una representación teatralizada con guión y personajes que siguen la esencia de la leyenda. A las 10:15h de la mañana, los dos bandos verduleros comienzan su marcha desde distintos puntos del casco histórico:
- El bando blanco parte desde la Plaza del Biar.
- El bando verde inicia la marcha desde la Plaza de Santa María.
Ambas facciones recorren las calles entre gritos de batalla y arengas a sus filas hasta encontrarse frente a frente en la explanada del castillo alrededor de las 11 horas.
La Historia
En 1488 Villena fue visitada por los Reyes Católicos, quienes ante las autoridades municipales, nobleza y pueblo llano, juraron los privilegios históricos de la entonces villa, otorgados en su día por reyes como Alfonso X o Jaime II, y príncipes como el ilustre escritor Don Juan Manuel. Entre esos privilegios, estaba el de no pagar aduana en el mercado franco de los jueves, siempre que los productos con los que comerciar se destinaran a consumo interno de los villenenses.
Pero a oídos de los monarcas llegó la noticia de que mercaderes aragoneses y castellanos comerciaban en Villena todas las semanas sin pagar esas aduanas, enviándose los productos a poblaciones de ambos reinos distintas a Villena. Es por ello los monarcas dejando almojarifes (recaudadores de impuestos) en la villa, para que hicieran cumplir a los comerciantes con su obligación de pagar aduanas, encendieron los ánimos del pueblo villenense, principal beneficiario del trasiego de mercaderes por la villa.
Los jueves, había mercado y los almojarifes vigilaban el cumplimiento de la ley y al llegar a los numerosos puestos de verduras y hortalizas, obligaban a los mercaderes al pago del impuesto. Sin embargo, un día, uno de ellos, enfadado e impotente, se defendió con lo primero que tenía en la mano: una gran lechuga fresca… y desencadenó una gran batalla campal en la que las lechugas volaban por doquier.


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