El Dr. Matt Walhout, del Calvin College de Michigan, predijo que sí, que la estrella binaria KIC 9832227, a 1800 años luz de nosotros, debería colisionar, ardiendo de una forma tan intensa antes del 2022 y será visible desde la Tierra.
Son en realidad 2 estrellas orbitando extremadamente cerca la una de la otra, sobre un baricentro en común. Al estar tan cerca terminarán colisionando.
En el 2008 ocurrió un evento de similares características en el sistema V1309 Scorpii, una nova que estalló en 2008, pero sin que los astrónomos lo pudieran prever con antelación. El movimiento orbital de esta estrella binaria se está acelerando desde 1999. Este no es un fenómeno tan raro: cada más o menos una década, 2 estrellas colisionan en nuestra galaxia. Pero casi nunca están tan cerca de la Tierra como para el fenómeno sea visible en nuestro cielo.
La estrella binaria se encuentra a 1800 años luz luego, mirar esta colisión será como ver las estrellas hace casi 2000 años atrás.
Larry Molnar también del del Calvin College de Michigan y sus estudiantes, junto con colegas del Observatorio de Apache Point (Karen Kinemuchi) y de la Universidad de Wyoming (Henry Kobulnicky), predijeron que una gran explosión en 2022 cambiará el aspecto del cielo de forma visible.
Auguraron que estos dos soles de fundirían en 2022, lo que haría que, durante más o menos un año, la estrella formada aumente su brillo 10.000 veces, convirtiéndose en una de las estrellas más brillantes en los cielos por un tiempo. De este modo, sería visible como parte de la constelación del Cisne, y añadiría una estrella al patrón estelar reconocible de la Cruz del Norte.
Matt Walhout, subrayó, además del hallazgo científico, su capacidad para captar la imaginación de las personas de a pie. «Si la predicción es correcta, entonces, por primera vez en la historia, los padres podrán señalar a un punto oscuro en el cielo y decir: ‘Mirad, niños, hay una estrella escondida allí, pero pronto se va a iluminar‘», asegura.
Sin embargo, los astrónomos del equipo de Romuald Tylenda que investigó la nova que estalló en 2008 cuestionaron la confiabilidad de la predicción de KIC 9832227, porque se basa en un modelo que puede no ser lo suficientemente preciso como para predecir el tiempo de erupción con tanta precisión. El mecanismo o los mecanismos físicos que impulsan tales fusiones estelares aún no se comprende, y es el enfoque principal de quienes investigan KIC 9832227.
Estaremos expectantes desde la Tierra, sino es en 2022, puede que más pronto que tarde ocurra que podamos observar detenidamente el proceso de una colisión estelar.
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